La visión humana funciona de manera similar a una cámara, en la que la luz entra por una abertura (pupila en el ojo, diafragma en la cámara), y se enfoca en una superficie fotosensible (retina en el ojo, sensor en la cámara). La distancia focal es un factor importante en la construcción de las lentes, ya que determina el ángulo de visión y la perspectiva de una imagen.
En términos generales, cuanto menor sea la distancia focal de una lente, mayor será su ángulo de visión, lo que significa que podrá capturar más de la escena en un solo encuadre. Por ejemplo, una lente de 14mm tendrá un ángulo de visión de 114 grados en una cámara full-frame, lo que significa que podrá capturar una escena muy amplia, como paisajes o interiores.
Por otro lado, cuanto mayor sea la distancia focal de una lente, menor será su ángulo de visión y mayor será su capacidad para acercar los objetos de la escena. Esto se debe a que las lentes con distancias focales más largas tienen una mayor capacidad para comprimir la perspectiva y hacer que los objetos parezcan más cercanos entre sí. Por ejemplo, una lente de 600mm tendrá un ángulo de visión de sólo 4 grados en una cámara full-frame, lo que significa que se puede utilizar para fotografiar objetos muy lejanos, como aves o animales salvajes.
En cuanto a la entrada de luz, las lentes con distancias focales más largas suelen tener aperturas más pequeñas (números f más altos), lo que significa que permiten menos luz que las lentes con distancias focales más cortas y aperturas más grandes. Esto puede afectar la velocidad de obturación necesaria para capturar una imagen correctamente expuesta en condiciones de poca luz, así como la profundidad de campo y la calidad de la imagen en términos de nitidez y aberraciones ópticas.
En resumen, la distancia focal es un factor importante en la construcción de las lentes, ya que determina el ángulo de visión y la perspectiva de una imagen. Las lentes con distancias focales más cortas tienen un ángulo de visión más amplio y permiten más luz, mientras que las lentes con distancias focales más largas tienen un ángulo de visión más estrecho y permiten menos luz.