Germán Puig Paredes, nacido en Cuba en 1928, fue un fotógrafo, cineasta, escultor y pintor de renombre. Reconocido como uno de los fundadores de la Cinemateca Cubana en 1948, Puig desempeñó un papel esencial en la conformación del campo cinematográfico de la isla, siendo la creación del Instituto Cubano de Industria y Arte Cinematográficos su legado más importante.
Aunque la creación del ICAIC fue en 1959, Puig ya había realizado varios cortometrajes junto a un grupo de cineastas cubanos, entre los que destacan Carlos Franqui, Edmundo Desnoes y Néstor Almendros. Este último, director de fotografía de uno de ellos, titulado «El Visitante» (hacia 1955), nunca terminado.
Puig viajó a París en 1951 para estudiar en el Institut de Hautes Éstudes Cinématographiques, pero al no poder ingresar en el mismo, se matriculó en el Institut de Filmologie de L’Université de París, en un curso impartido por el importante investigador Georges Sadoul. Durante ese periodo, trabajó como asistente de dirección de Claude Autant-Lara y participó en el congreso de la Federación Internacional de Archivos de Films (FIAF) que se realizó en el mismo 1951. También trabajó en la adaptación del cuento de Bioy Casares, “Memorias de Paulina”, dirigido luego por el cineasta Leopoldo Torres Nilson.
Como cineasta, Germán Puig desempeñó labores de dirección, junto a Edmundo Desnoes, en el cortometraje Sarna, y fue guionista, director y actor de un cortometraje inconcluso titulado “El visitante”, considerado por diversas fuentes como una pieza de una particular riqueza experimental. Participó también en la creación de otras piezas de formato corto como Hacia el futuro y Cartas de una madre.
En los años 60, Puig inició su trabajo como fotógrafo publicitario en España, donde empezó a retratar cuerpos masculinos desnudos. Este enfoque lo llevó a ser perseguido por la policía, por lo que huyó a París y, posteriormente, a Barcelona, donde vivió hasta su fallecimiento en 2021.
En sus fotografías, Puig no se interesaba por el retrato, sino que quería presentar al hombre por su cuerpo. Para él, el cuerpo del hombre era un objeto de recreación artística, y en sus obras, no hay rostros. Su obra fotográfica se encuentra en importantes colecciones de Francia, España y Estados Unidos.
Germán Puig fue un artista multifacético que dejó huella en la historia del cine, la fotografía y la cultura cubana. Aunque su legado ha sido poco reconocido en su tierra natal, su trabajo como pionero de los desnudos masculinos en la fotografía europea es una muestra más de su espíritu innovador y su capacidad para romper tabúes.
«El desnudo masculino es un tema universal en el arte, y siempre ha sido considerado una expresión de la belleza y la fuerza del cuerpo humano».
Robert Mapplethorpe